En las últimas semanas somos muchos los que hemos paseado por el paseo marítimo y nos ha apenado ver cerrado el Pont del Petroli. El temporal de finales del mes de enero parece ser que dañó su estructura y ahora sabemos que los trabajos para repararlo se alargarán unos cuantos meses más. El problema es tener que lamentar, además, la irresponsabilidad con la que ha actuado el Gobierno de la CUP con este tema. Y es que los días posteriores al temporal se apresuraron a anunciar que estaban haciendo todos los trámites necesarios para que la infraestructura estuviera abierta lo antes posible. Incluso hablaron de que en un par de meses, para las fiestas de mayo, el puente volvería a estar abierto a la ciudadanía. Pues ni en un par de meses, ni para las fiestas de mayo y a ver si con un poco de suerte para Navidad. De momento ni se ha finalizado el estudio de daños, ni se ha contratado la empresa que tiene que hacer las reparaciones ni se dispone del dinero necesario para llevar a cabo la obra. Lo peor de todo no son las mentiras, comprobables, que el Ayuntamiento ha dicho sobre el Pont del Petroli, en el fondo esto es solo una anécdota. Lo peor es que esta falta de previsión, esta falta de implicación y esta falta de dedicación a la ciudad se ve en el Pont del Petroli pero también en el lamentable estado de muchas calles. Me gustaría que, si es posible, los responsables municipales saliesen de vez en cuando de sus despachos y se dieran una vuelta por la ciudad y, sobretodo, escucharan las muchas quejas que hay de los vecinos. Después de dos años en el gobierno creo que han tenido tiempo suficiente para aprender a gobernar y para que empiecen a hacerlo de verdad. Ni nos merecemos tener unos barrios dejados ni nos merecemos tener un Pont del Petroli cerrado por incompetencia del Ayuntamiento.
