Llega mayo y, como siempre, en la ciudad ya se vive ambiente de fiestas. Estoy convencida que somos muchos los que ya tenemos los pañuelos preparados y ganas de disfrutar de la gran cantidad de actividades que se van a llevar a cabo. Unas fiestas que este año las vamos a vivir sin uno de los elementos fundamentales cuando llegan estas fechas, y que desde hace semanas echamos de menos en nuestras playas: los chiringuitos. Nuevamente ha quedado de manifiesto la incompetencia de este gobierno de la CUP, que pudiendo haber prorrogado el contrato a los concesionarios ha preferido convocar un nuevo concurso para volverlos a adjudicar. Y lo ha hecho tarde, mal y enfadando a las personas que se intentan ganar la vida con ello, que van a perder dos meses fuertes como mayo y junio para poder abrir las instalaciones. Desde la Asociación de Chiringuitos de Catalunya ya le han dicho al Ayuntamiento que lo ha hecho francamente mal, y que ha puesto en riesgo la viabilidad de los chiringuitos para esta temporada. Que hubiese sido mucho más fácil prorrogar el contrato que aún tenían un año y convocar un nuevo concurso de cara a la temporada que viene, con tiempo y sin crear tantos perjuicios a los concesionarios por un lado y a los ciudadanos que queremos disfrutar de ellos por el otro. El problema de fondo es que, a estas alturas, ya no sorprende esta falta de previsión y nefasta gestión de los responsables municipales. En dos años de gobierno se han enquistado gran cantidad de situaciones –Badalona Capaç, Bosc de’n Vilaró, problemas en la Guardia Urbana, entidades deportivas…- que generan una sensación de desolación en los afectados. Y lo hace porque, más allá de los problemas que puedan surgir, por el carácter autoritario de un gobierno que no mira por los ciudadanos sino por sus propios intereses partidistas. ¡Que disfrutéis mucho de estas fiestas!